Hola, soy yo, la salvaje, la impulsiva, la que se atrevía a todo menos a que mueras por mí, la que quiere todo contigo, la que te extraña, la que te desea, yo que viví tanto tiempo sin necesitar a nadie, porque me creía fuerte, independiente, indomable, hoy me doy cuenta de que no hay debilidad más grande que el amor y que unos ojos oscuros como la noche me miran y me parten la vida en dos.
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