viernes, 10 de agosto de 2018

Tengo una vida por vivir.

Muchas veces no nos damos cuenta del bien que nos hacen las personas que simplemente permanecen a nuestro lado pase lo que pase. Y es que, a veces no es necesario decirle a alguien cuánto le quieres. A veces, lo realmente necesario es saber escuchar, saber acompañar y saber reír con alguien que está para ti.

En ocasiones, nos refugiamos en una persona y creemos que nuestra felicidad depende de ella, pero con el tiempo, con los años y con los daños, he aprendido que nuestra felicidad no debe depender de alguien que cualquier día puede irse por la puerta de atrás de tu vida.

He aprendido a ser feliz a pesar de los problemas, a ser feliz rodeada de personas que odian verme caer y que siempre me muestran su sonrisa amiga. He aprendido a ser feliz por mí misma, centrándome en mi, que muchas veces hace falta, pero centrándome también en esas amistades que son tan valiosas aunque no las sepamos valorar lo suficiente.


La vida, amigos, está para vivirla con personas que te llenan y te aportan felicidad. La vida está para disfrutarla con esas personas que hacen mucho sin saberlo.

miércoles, 8 de agosto de 2018

Antes y después.

Hola, soy yo, la salvaje, la impulsiva, la que se atrevía a todo menos a que mueras por mí, la que quiere todo contigo, la que te extraña, la que te desea, yo que viví tanto tiempo sin necesitar a nadie, porque me creía fuerte, independiente, indomable, hoy me doy cuenta de que no hay debilidad más grande que el amor y que unos ojos oscuros como la noche me miran y me parten la vida en dos.




Es un antes y después, un antes y después de ti.

Conóceme.

Siempre cometo el error de sorprender, de intentar que nada sea normal, que no sea lo que te esperas. De decir esa frase que te encanta, cuando imaginabas que diría otra distinta. De arriesgarme, sin temer a un no. De hacer las cosas sin esperar nada a cambio. De fijarme en cómo brillan tu ojos al escucharme hablar. El error de conformarme con tu media sonrisa o con un abrazo en un portal. Esas pequeñas cosas en las que no se fija nadie, yo sí. 



Y no sé si me va bien o mal, seguramente mal, pero no quiero cambiarlo.

Somos ocasión.

La gente habla todos los días de la oportunidad, el concepto de la casualidad mezclada con talento.  Solo sabemos preocuparnos de dónde esta...